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Lecturas del decimoséptimo Domingo PDF Imprimir
Martes 26 de Julio de 2011 22:05

Primera Lectura: 1º de los Reyes 3,5-13

En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: “Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”. Salomón le respondió: “Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectirud de corazón. Más aún, también ahora lo segues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedes sabiduría de corazón, para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién erá capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?”. Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo: “Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes, ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo”.

 

SALMO RESPONSORIAL  (del salmo 118)

R/.  Yo amo, Señor, tus mandamientos.

A mí, Señor, lo que me toca
es cumplir tus preceptos.
Para mí valen más tus enseñanzas
que miles de monedas de oro y plata R/.

Señor, que tu amor me consuele,
conforme a las promesas que me has hecho.
Muéstrame tu ternura y viviré,
porque en tu ley he puesto mi contento.  R/.

Amo, Señor, tus mandamientos
Más que el oro purísimo;
Por eso tus preceptos son mi guía
y odio toda mentira. R/.

Tus preceptos, Señor, son admirables,
por eso yo los sigo.
La explicación de tu Palabra
da luz y entendimiento a los sencillos. R/.

 

Segunda Lectura: Romanos 8, 28-30

Hermanos: Ya sabemos que todo contribuye  para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por Él, según su designio Salvador. En Efecto, a quienes conoció de antemano, los predestinó para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestinó, los llamó; a quienes llamó, los justificó; y a quienes justificó, los glorificó.

 

Aclamación al Evangelio

R/. Aleluya, aleluya.

Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.

R/. Aleluya.

 

Evangelio según San Mateo 13,24-43

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.También se parece el reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí sera el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?”. Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces Él les dijo: “Por eso, todo escriba instruído en las cosas del reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.