Donativos

Cantidad Tooltip $10.00
$20.00
$30.00
$40.00
$
Metodologías PDF Imprimir
Lunes 14 de Febrero de 2011 03:12

Metodologías – Metodología Prospectiva

  

Importancia y necesidad de métodos pastorales

-      El documento de Aparecida, desde el comienzo identifica el método que utiliza a lo largo del mismo y da la pauta general para los procesos pastorales en América Latina:

“En continuidad con las anteriores Conferencias Generales del Episcopado Latinoame-ricano, este documento hace uso del método ver, juzgar y actuar. Este método implica contemplar a Dios con los ojos de la fe a través de su Palabra revelada y el contacto vivificante de los Sacramentos, a fin de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la luz de su providencia, la juzguemos según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, y actuemos desde la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo y Sacramento universal de salvación, en la propagación del reino de Dios, que se siembra en esta tierra y que fructifica plenamente en el Cielo. Muchas voces, venidas de todo el Continente, ofrecieron aportes y sugerencias en tal sentido, afirmando que este método ha colaborado a vivir más intensamente nuestra vocación y misión en la Iglesia: ha enriquecido el trabajo teológico y pastoral, y, en general, ha motivado a asumir nuestras responsabilidades ante las situaciones concretas de nuestro continente. Este método nos permite articular, de modo sistemático, la perspectiva creyente de ver la realidad; la asunción de criterios que provienen de la fe y de la razón para su discernimiento y valoración con sentido crítico; y, en consecuencia, la proyección del actuar como discípulos misioneros de Jesucristo. La adhesión creyente, gozosa y confiada en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la inserción eclesial, son presupuestos indispensables que garantizan la eficacia de este método[1]”. (Doc. Aparecida, 19)

 

-      Más directamente referido a la Iglesia diocesana está el No. 371 de Aparecida:

“El proyecto pastoral de la Diócesis, camino de pastoral orgánica, debe ser una respuesta consciente y eficaz para atender las exigencias del mundo de hoy, con “indicaciones programáticas concretas, objetivos y métodos de trabajo, de formación y valorización de los agentes y la búsqueda de los medios necesarios, que permiten que el anuncio de Cristo llegue a las personas, modele las comunidades e incida profundamente mediante el testimonio de los valores evangélicos en la sociedad y en la cultura”[2]. Los laicos deben participar del discernimiento, la toma de decisiones, la planificación y la ejecución[3]. Este proyecto diocesano exige un seguimiento constante por parte del obispo, los sacerdotes y los agentes pastorales, con una actitud flexible que les permita mantenerse atentos a los reclamos de la realidad siempre cambiante”.

Para lograr este deseo de Aparecida, es imprescindible asumir las exigencias de los métodos pastorales, metodologías, procedimientos.

Todos los bautizados serán protagonistas de la renovación y evangelización de su Iglesia local, en la medida en que sus agentes usen métodos y técnicas comunitarias que permitan la educación, la participación, la corresponsabilidad, el diálogo en sus diversas formas, el discernimiento comunitario, la reconciliación permanente, la esperanza compartida de futuros mejores y la celebración gozosa de la vida y misión de la comunidad en la liturgia. Sin métodos y técnicas adecuados, todos estos valores se convierten en aspiraciones frustradas.

Precisamente aquí está la dificultad actual de los agentes de pastoral. Saben que la Iglesia es comunión y que debe construirse día a día. Saben “qué hacer”, pero muchos no saben “cómo hacerlo”. Una respuesta la encuentran en los proyectos de pastoral y en el proceso de espiritualidad comunitaria; pero, sin métodos y técnicas que los posibiliten, dichos proyectos y espiritualidad, pueden quedar en el aire, y pretender ser una respuesta que, en la práctica, no es eficaz.

 De hecho, las experiencias nos dicen, que muchos agentes de pastoral están como “bloqueados”. Aún teniendo un proyecto que responde a las exigencias del Concilio, se encuentran incapaces, en alguna medida, de dar con los modos concretos para ponerlo en práctica, para educar a los valores que implica y para actuar en coherencia con los mismos. “Métodos y Técnicas” quieren ayudarlos a conducir, con mayor eficacia, los procesos comunitarios que, de hecho, han generado con tanta generosidad.

 

 Distinciones y clarificaciones

Una primera aproximación en materia de métodos es la distinción grande entre:

- Métodos deductivos: en la pastoral se pueden ubicar aquí diversos métodos, tradicionales y actuales, que llevan dentro de sí la misma lógica en la manera de conocer y actuar: deducir de la doctrina actitudes, formas de actuar, aplicaciones a la realidad.

- Métodos inductivos: pastoralmente aquí estarían ubicados los métodos que tienen en cuenta la realidad socio-cultural, existencial, personal… y de allí busca caminos de actuación.

Es necesario advertir que el lenguaje no es uniforme: en la práctica en ocasiones se habla indistintamente de métodos, metodologías, procesos, planes, proyectos…

Sentido de los métodos:

¶  En el campo antropológico: la naturaleza racional de la persona hace que ésta se defina por los fines que se propone y por la coherente organización de los medios y los métodos adecuados para conseguirlos.

¶  En el campo histórico: Actualmente los procesos sociales se orientan en la línea de una mayor participación. Esta aspiración necesita fines, medios y métodos adecuados para dar eficacia histórica a esta dimensión de autoconciencia.

¶  En el campo teológico: Algunos cuestionan el uso de métodos de planeación porque consideran que eso se contrapone a la libertad del Espíritu: no podemos pretender manejar su acción. Es importante tener siempre en cuenta que la acción la realiza el Espíritu, pero también es necesario tener en cuenta que la Economía de la Encarnación nos exige aportar lo mejor de nuestra parte para secundar la acción del Espíritu. Dios entra en la historia y obra a través de medios concretos empleando la mediación de realidad humanas.

¶  En el campo de la ascesis: La ascesis está en la fidelidad tenaz al esfuerzo de construir ‘historia’ juntos y la ‘historia’ del conjunto, escogiendo aquellos métodos que secunden y favorezcan una armónica actuación.

 

Frutos de los métodos

  • Establecer una meta clara hacia la cual nos dirigimos
  • Organizar las acciones y los recursos humanos, económicos e institucionales en la forma más eficiente para el logro de los objetivos deseados (eficiencia y eficacia)
  • Poder concretar y coordinar la participación de las personas de la comunidad
  • Lograr generar procesos de formación y de transformación progresivos y sistemáticos.

 

Métodos de Planeación

1.1. Planeación Normativa

Dentro del esquema de eclesiología de la "sociedad perfecta" que predominó durante muchos siglos en la Iglesia Universal, la actividad pastoral se rigió por un sistema en el cual la autoridad correspondiente (Concilio, sínodo, Papa, Obispo, Párroco, Superior) tomaba una decisión y ordenaba realizar una gran empresa apostólica, una campaña o un programa pastoral.

1.2. Planeación participativa, por opciones preferenciales

El P. Jesús Andrés Vela, en una publicación denominada "El proceso de planificación participativa", Casa de la Juventud, Bogotá, Colombia, 1986, presenta un modelo de planeación participativa.  La expresión "participativa" como tal puede aplicarse a diferentes metodologías, en la medida en que muchas de ellas insisten en la necesidad de que los diferentes pasos de planeación sean realizados con la participación de muchas personas y grupos. Pero lo que determina el resultado de esta planeación son las "opciones preferenciales" que puedan responder tanto al análisis de la situación  como a los objetivos trazados.  

1.3.   Planeación por Prioridades

Con el mismo nombre y énfasis de planeación "participativa", el modelo de planeación pastoral  presentado por el CELAM es el fruto de la experiencia de muchos años de aplicación de la planeación pastoral en muchas Iglesias particulares y Conferencias Episcopales de América Latina y recopilado por los Departamentos de Pastoral Social y de Laicos del CELAM, con la autoría principal de Mons. Jorge Jiménez y del Dr. Eduardo Peña. Pero lo determinante en esta metodología es la organización de los programas por la vía de las "prioridades" asumidas por consenso.

1.4.  Planeación Estratégica

Surge en el ámbito de la administración de empresas, aunque el término "estratégico" hace referencia al mundo militar, donde por estrategia se entiende la disponibilidad de las fuerzas en el campo de batalla para derrotar al enemigo y ganar la guerra, algo que planifican los generales del estado mayor. Aplicado a la administración, se dice que se pueden distinguir tres escuelas: la escuela clásica de Harvard, la de planeación estratégica, y la de estrategia y estructura. La escuela de planeación estratégica se ha concentrado principalmente en el trabajo de consultores como Henderson (1977-1984) y Sallenove (1985).

1.5. Planeación Prospectiva

Origen:

La prospectiva, como reflexión sistemática sobre el futuro tiene su origen en Gaston Berger, en el año de 1957, de quien surgió el primer centro de estudios prospectivos.  Aplicado a la pastoral, tiene su origen en un equipo técnico argentino, guiado por Agustín Merello. Desde 1970 el Grupo Promotor del Movimiento por un Mundo Mejor, lo ha asumido para elaborar varias propuestas de planeación pastoral, especialmente en parroquia y Diócesis y para las pastorales específicas o sectoriales.

Qué es y en qué consiste:

La prospectiva consiste, ante todo, en situarse mentalmente en el futuro por medio de un acto de anticipación, pero no en cualquier futuro meramente posible, sino en el futuro deseable, para,  desde esa ubicación,  reflexionar sobre nuestro presente, actuando sobre él, de tal modo que se pueda ordenar y acelerar el proceso de cambio y conducirlo hacia ese futuro al que aspiramos.

Proceso metodológico:

1o. Planteo del problema: Se trata de examinar la situación tal como se da en un ámbito previamente delimitado. Este examen inicial nos permitirá poner en evidencia los aspectos a primera vista insatisfactorios en dicha situación.  No es un análisis propiamente dicho, sino la constatación de unos signos  que revelan  malestar.  Es  detectar, a nivel de lo que se percibe, los síntomas de un mal, reconocer sus causas más globales, verificar sus consecuencias más inmediatas en caso de no superarse la situación actual. Las insatisfacciones son indicio de una crisis y de ahí su importancia en este momento.  Es un paso análogo a la primera visita de un médico a su paciente.

2o. Modelo de situación: El modelo de situación es una explicación de la realidad a partir de la primera apreciación del problema fundamental. Consiste en una nueva enunciación metódica y dinámica de los diversos componentes de la realidad,  en una revisión de cómo interactúan y de los efectos que producen. Se analiza el presente, en los condicionamientos externos (contorno) y en los condicionamientos internos (entorno); se analiza el pasado ('visión retrospectiva') para saber cómo ha evolucionado el problema; y se prevé el futuro ('pronóstico'), para prever por dónde puede evolucionar la situación actual de la institución. Como en el caso del médico, después de haber obtenido una primera visión general del estado del enfermo a nivel de síntomas,  comienzan el análisis propiamente dichos (exámenes de laboratorio).

3o. Modelo prospectivo o ideal: El modelo prospectivo o ideal es un modelo orgánico y operativo que nos permite expresar el conjunto de nuestras aspiraciones hacia un futuro mejor;  es como un punto de encuentro entre la exigencia radical de los valores absolutos y las exigencias matizadas de la realidad práctica. Se define mediante un conjunto de elementos que configuran la imagen ideal: idea fuerza, configuración, funciones, finalidad, objetivo último. El modelo ideal difiere de la síntesis conceptual y discursiva por razón de que, tanto el conjunto como sus partes, están definidos en todos los detalles, como si ya existieran en la práctica. Por eso el modelo ideal no es mera doctrina, sino un modo concreto de expresar la doctrina en su situación ideal e intencional.  El modelo ideal es como una maqueta o modelo en miniatura del edificio que se quiere realizar o como un gráfico que expresa el deber ser de algo por ahora intencional. 

4o. Modelo de diagnóstico: El diagnóstico es la resultante de una dialéctica entre dos polos: el prospectivo -lo ideal-  y la situación  -lo real.  Este contraste dialéctico da como resultado una evaluación de la situación presente en función del futuro deseado y querido. Para realizar la lectura de la situación actual desde el modelo prospectivo hay que instalarse mentalmente en la futura configuración ideal que hemos definido en el modelo ideal y desde allí examinar y cuestionar el presente. A la luz del modelo prospectivo se revisa tanto el planteo del problema como el modelo de situación, a fin de concretar la problemática englobante, el problema fundamental y los obstáculos y potencialidades sobre los cuales se puede apoyar la elaboración tanto del Plan global como de los planes específicos.

5o. Modelo operacional: El modelo operacional define el proceso de acción que  se va a realizar como solución al  problema fundamental y al mismo tiempo como logro del ideal.  Se trata de una síntesis progresiva de acción por la que se va transformando el presente en el ideal querido. Es el enunciado de cómo hay que operar sobre las variables de la realidad para obtener el resultado previamente deseado y convertido en objetivo.

Comporta tres momentos sucesivos y complementarios:

ü  La planeación: determina propiamente el plan global.

ü  La planificación: define los planes específicos.

ü  La programación: concreta los programas o medidas instrumentales para realizar los procesos de acción.

 


[1]     Cf. CELAM, Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 34-35.

[2]     Ibid. 29

[3]     Cf. ChL 51