La ascensión del Señor |
Sábado 04 de Junio de 2011 21:58
| |
PRIMERA LECTURA (Hechos 1,1-11) En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Los allí reunidos le preguntaban: “Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?” Jesús les contestó: “A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los últimos rincones de la tierra. Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacen ahí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse”.
SALMO RESPONSORIAL (Salmo 46) R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya. Aplaudan, pueblos todos;aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, Rey supremo. R/ Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al Rey honremos y cantemos todos. R/ Porque Dios es el Rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
SEGUNDA LECTURA Efesios 1,17-23 Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda epíritu de sabiduría y de reflexión para conocerlo. Le pido que les illumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros, los que confiamos en Él, por la eficacia de su fuerza ponderosa. Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados, potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no solo del mundo actual, sino también del futuro. Todo lo puso bajo sus pies y a Él mismo lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO R/. Aleluya, aleluya. Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. R/. Aleluya.
Evangelio según San Mateo 28, 16-20 En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado, y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
Ultima actualización ( Sábado 04 de Junio de 2011 22:06 )
|